A lo largo de nuestra vida, todos enfrentamos momentos difíciles llamados “crisis”. Imagina una crisis como un periodo temporal en el que las cosas se vuelven un poco caóticas y desorganizadas. Durante este tiempo, es como si no pudiéramos manejar ciertas situaciones usando nuestras formas habituales de resolver problemas y, lo interesante es que, al final de este periodo, las cosas pueden mejorar mucho o empeorar si no las trabajamos adecuadamente.
Crisis circunstanciales
Están relacionadas con eventos ajenos que no dependen directamente de nuestro control y generan un alto nivel de estrés o desequilibrio emocional en nosotros. Algunos ejemplos de crisis circunstanciales incluyen la pérdida de empleo, la ruptura de una relación, un accidente grave, una enfermedad repentina, desastres naturales, entre otros.
Crisis de desarrollo
Son etapas específicas en nuestra vida donde enfrentamos desafíos emocionales, psicológicos y sociales que pueden provocar un cambio significativo en la identidad, nuestras relaciones y el sentido de nosotros mismos. Pensemos cuando pasamos de una etapa a otra, por ejemplo, de la adolescencia a la adultez, hay retos que debemos superar durante este tipo de transiciones, y enfrentar esos cambios puede sentirse complicado.
La intervención oportuna ante situaciones de crisis es de suma importancia. Para abordar eficazmente estas circunstancias difíciles, se han desarrollado técnicas específicas que permiten brindar apoyo en un corto período, evitando así que la experiencia genere problemas más graves en el futuro. Entre estas técnicas se destacan la psicoterapia breve para crisis, la intervención en crisis y los primeros auxilios psicológicos, considerados como la fase inicial de intervención en el contexto de nuestra crisis.
Primeros Auxilios Psicológicos
Los primeros auxilios psicológicos (PAP) son una intervención inicial diseñada para ofrecer apoyo emocional y psicológico inmediato a personas que han experimentado una situación traumática o de crisis. Estos auxilios se centran en promover la estabilidad emocional y la capacidad de afrontamiento. Aquí hay una descripción general de cómo utilizarlos y cuáles son los pasos básicos:
- Proporcionar apoyo: permite a las personas crear un vínculo de presencia, calidez, empatía y escucha que ayuda a aterrizar las ideas y proporciona un ambiente en el que las emociones pueden expresarse libremente.
- Reducir la mortalidad: se dirige bajo el lema “primero la supervivencia”. Es frecuente que algunas crisis conduzcan al daño físico o aun a la muerte (suicidio u homicidio)
- Enlace con fuentes de asistencia: realiza una remisión adecuada a algún otro asistente o agencia. Algunas veces esta remisión será para orientación individual de tipo (terapia para crisis) breve, otras veces será para asistencia legal o auxilio de parte de una agencia de servicio social.
Es crucial recordar que los primeros auxilios psicológicos no reemplazan la ayuda profesional a largo plazo. Si la persona continúa experimentando dificultades, se recomienda buscar la asistencia de un psicólogo o terapeuta para una intervención más completa y especializada.